Breve

Salió breve, oscura,  tensa, inhaló el cigarillo con esa rabia que sacó y metió el humo en su boca tres veces de corrido, con un guiño seco que mordía todo el filtro sucio de pinta labios negros. Su vida colgaba de aquel cilindro de nicotina, de su hermoso pecho y una voz incandescente que con el tiempo te quemaba. Ya no eran tan joven, Las noches que ella mataba ahora les hacía pedazos con grasa en la comisura embarrando la inevitable arruga de la sien y esas papadas que vimos en las fotos de familia de nuestra madre.
Habría apagado un poco esa ternura que brotaba de sus ojos rojos , de su sueño herido de el frío templado que se mudaba sutil en el alma. Su enrollado pelo de charol y esas tetas que inmortalizaron a el loco estacionador de autos de la Carolica desvanecían en fotografías de amalgamas y Pentax K1000, video super 8 de Coney Island que ya no se puede reproducir.Así la imagine 20 años después, yo más tolerante  frío y a su presencia y ella , pausada, resistible , aveces entrecortando un leve sonrisa que apenas revelaron sus sucios dientes, su labio arrugado y la
Marca de sus azarosos amantes. De otro jalón acabó con todo el fuego que envenenaba sus pulmones impermeables ese el humo traidor y sus cenizas ,los ruidos desafinados de fin de década y la misma canción de despedida de cada mamá guebo DJ malogrado. Yo no quise verle, para que? Ya las aventuras no se me dan, ya me he cansado de decir y hacer lo que quiero y de escribir poemas a niñas malcriadas de barrios tranquilos. Me pasó por el lado como que me conocía, yo disimule verle y así ella tomo una pausa  que arrimó su pelo en mi hombro  con la excusa de ignorar mi triste mirada,  de repente nos extrañamos, yo en la ventana de mosaicos empañada con la poca lluvia, esperando que se fume otro cigarro infinito que no encontró en la cartera, la desazón me confió una canción vieja que ya no me gusta y ella del otro lado de la pared de vidrio desapareció donde nuca más podré verla.