Habia un Vaso

La mesa donde se encontraba la hermosa dama no estaba tan lejos de la barra donde me sente. habia arribado mucho antes que yo y despues de pedir mi segundo trago, prender el cigarrillo y ensenarle mi cicatriz a la mesera, la vi, sentada como apoyando la cabeza en su mano y en la otra un cigarrillo de esos que nunca llegan a la boca. Con el pelo negro y unos rayitos rojos que se hacen las mujeres para llamar la atencion que desaparecian con la luz roja que encendian para iluminar la banda. No miro a ningun lado, segun su cabeza, su mirada daba al frente, inmovil con el unico gesto de acariciarse el pelo que se le caia por los lados. He preguntado pero nadie nunca la habia visto, ni siquiera yo que solo encontraba su silueta en la silla y los gestos propios de la soledad "pero una mujer asi no puede estar sola"; Apague el cigarro con el cenicero, me enjague la boca con lo que quedaba del trago y me dirigi hacia ella, pero habia otro trago y al verlo me pare de golpe y fingi ir al bano no sin darme la vuelta para verle los ojos de aspiradora que tiene, la cara diafana de oriental y las cejas virgenes y desalborotadas. Pero habia un vaso, medio lleno de licor con el hielo derritiendose por el calor de este pueblo, ya ni el hielo soporta su mirada de ave que quiere volar al infinito. Quizas planea como decirle que se acabo y el para ganar tiempo y secar sus lagrimas se ha tomado rato en el bano o ha ido a buscar dinero a la caja bancaria mas cercana y eso toma tiempo, pero ella piensa analiza y por fin se da el primer suspiro de nicotina para prender otro cigarrillo. Acercarme y buscar conversacion seria perder el tiempo, existe otro vaso, medio lleno, medio vacio, medio solo, como ella media sola y sin buscar a quien hablar. Mandarle un paper con mi numero, pense en llenarle la copa a mi cuenta o sorprenderla con un encendedor cuando se meta el cigarrillo en la boca, eso es muy simple; pense en subir a la banda y mandarle un saludo, invitarla a bailar dezcalza en el piso de tierra del restaurant, pero hay un vaso que cuando le da la luz refleja en su cara el hielo derretido, las ondulaciones de sus disenos y la marca que tienen en el fondo los vasos de mil bocas de restaurantes ruidosos. Hay un vaso, una dama sola en una mesa coja, hay una historia que se acaba y yo no tengo el valor de decirle al vaso que se valla con su fantasma y me deje solo con ella seduciendo las velas de las mesas que sirven para prender mas cigarrillos que yo solo expulso de la boca y no llevo a mis pulmones. Ella se paro de la silla, alta, hermosa con unas caderas que llegaban al mar, el pelo terminaba de sacudirse por toda la espalda y dirigio su mirada a mi, con toda prisa y sin sentarse en la mesa, su amiga termino de tomar todo lo que quedaba en el vaso y partieron, dandome un ultimo adios que yo respondi apretando los labios y mirandole a los ojos, tan cobarde me deje amedrentar por un vaso que tiene un trago con hielo derretido.

"A quien no le ha pasado?" y hace anos que no fumo