La Que no Existe.

Imaginaba su sonrisa, la dibuje con sumo cuidado sobre un papel de servilleta y la declare prófuga, Sus ojos los delinee con sus alegrías y tristezas, con la apatía de lo que no  importa y con el seño dormido para que no se le arrugue la cara mientras la tome de la mano. Fui bajando, con cuidado hasta su pecho, le dedique días a cada pezón , con sus sabores y  sus formas, con cada periodo del mes, con tantas ganas de fundirme en su cuello y me fui a su vientre de brea y concreto y líneas que te llevan al final de una carretera.. La puse a la altura de mi nariz y recordé que debe tener el pelo de negra , rizado, y le hice copias a sus canas, a sus arrugas, a su mirada y a sus buenos días, y la imagine terca, la imagine libre como golondrina y me la coloque en el pecho para que no tema y prometí no perseguirla. Habían letreros de su búsqueda en cada bar, en cada concierto del parque, en cada entrada de cine , pero iba agarrada de la mano, iba exasperando esperanzas, haciendo del amor un suntuario. En tiempos   desespere porque la duda es espesa con un "Debe de Existir" y luego supe que sí, que la noche hambrienta de bailes la coloco en mi camino, ese día andaba si el casco protector, ese día entre a verla , sin saberlo y  era ella. me sobrecogió con una sonrisa y sin darse cuenta se acerco tanto que casi le robo un beso instantáneo.  Supe que existe, que es una calcomanía de aquel dibujo, de aquella boca, de aquella ternura que nunca he merecido y que lo único que me faltaba era su acento, su cercanía. Decidimos hacer una audición para mi papel  en su vida, y me acostumbre a los textos de mañana, a las muestras de amor a destiempo, y por primera vez llegue temprano, muy temprano y comencé a portarme bien y sin darme cuenta abrí una puerta que ya no abre y espere el golpe, la desazón, el desequilibrio. y comece a sentir que la amaba por los ojos de la gente, por los piropos de la mesera , por la envidia de la estudiante de colegio que no dejaba de mirarnos. La que no existe, existe, ahora está lejos , ahora apago las luces del teatro y  acabo la audición, ahora no tengo que anda con  la copia de su rostro para perseguirla, ahora se quien es, que hace y hasta donde vive.  Eche de menos la mujer del 4to día, pero el 5to ya no estaba , le reclame a la vida y me dijo que le preguntase directo a ella, así que me atreví  un día de esos hermosos y ella me  mira con desprecio, se acomodo en la silla del restaurant y no midió la forma de decírmelo.!. La mujer del 5to día , la que abrió la puerta que no abría y despertó tu corazón y tu sonrisa, la que te dio un aliento de búsqueda y te dejo tirado en la acera con un gesto de lucha ,la de los baile si el sudor, la que llego un día a perseguirte la que cantaba a capela canciones comunes, la que quería ir al cine contigo, la que querías proteger y hacerle el café en las mañanas, y sin exageraciones supiste que la vida te preparo bien para amarla, la que Querías  coño...No Existe.

Gracias por existir.

Ahi La Roja( Parte dos)

Ese día olíamos a  Caribe, a playa y cañitas donde Camacho,  La playa esta que de vez en cuando  se pone fría  cuando el Sol la estremece con su partida y obliga a   prender una fogata  para que la brisa nos cobre la mala noche, la deshidratación de la fiesta y el yodo y  los yaniqueques de la explanada llena de cueros y sankíes.  Era la Ciudad del caos donde despertamos y donde nos conocimos por la puta nieve.  Esta ciudad  nutrida de su luz oscura y nostalgia desmedida  que se dilataba con el tiempo, con el humo que sale de los agujeros de la calle  encima de los edificios y las ramas secas de los arboles que solo emanan tristeza. New York comenzó a llover nieve llenando . con una furiosa ira y un espesor que impedía   ser feliz ese día. Cerraron las escuelas, decidieron cancelar el concierto del Gonzales y de la opera, El cine y el restaurante chino donde me largaba a ponerle letras a sus  cancionesy pedirle a Felix que nos de una serenata . A Pesar de la tormenta  la llame; Parece que esperaba mi llamada,  al lado del pianito donde practica y de su ventana que no cierra bien y mete el frio de la ciudad más puta del mundo por cada poro se su piel  cochabambina. Caminamos, cuadras, siglos, aceras, brincamos destellos de nieve y no nos percatamos que el frio se metió en los pies, yo sin media, ella con el pelo suelto, sin maquillaje (para qué?) y ese culo que brota candela por donde pasa, bailando su ritmo, jodiendome la vida.  El restaurante era griego, un sitio de esos que solo sirven huevos y tocino, de esos que  no tienen nada romántico y de luces que eran las mismas de las novelas. Ella quedo tiesa mirando la nieve como si fuera el marl, yo no deje de mirarla  nunca, y nos quedamos en ese trance hasta que el viejo Moldovez nos irrumpió con el menú y dos vasos de agua curtidos de bocas. No pude aguantar y le pegue un beso que espanto no solo al mesero, pero a mis miedos y sus fantasmas, un beso que removio el calzo de la mesa coja del Restaurante y casi nos caemos. En mi boca se convirtió en santa, me fui de bruces y coincidimos en no comer,  en no ahogarnos   nada en alcohol . Me agarro de la mano como pincel y yo arrime mi cuello a su pecho como si ella habria leido mis intrucciones. Salimos a caminar la nieve como si fuera la playa en una ciudad vacía, repleta de nieve y sin autos amarillos que las adornan y la perturban. Fuimos a  amarnos, a comernos uno a los otros la piel y a cantar el amor que se siente cuando puedes entrar en el cuerpo de una mujer que amas. Ella cuelga sus  miedos  de mi  sesos y hace tu espalda  la esperanza. Yo la tocaba como una guitara de 12 cuerdas afinada, no pudimos despegarnos nunca, pero el tiempo se encargo de vencernos , le di otro abrazo mientras temblabamos, yo estaba aun débil pero con ganas de amarla, nos fundimos en otro beso y nos revolcamos otra vez como si nunca visitamos el amor. hecho un respiro profundo, yo atine a asomar mi cuerpo desnudo por la ventana , ella me acompaño y miramos la nieve  con el mismo placer del aquel Mar.