Triple 100 parte 3.

 

Despues de una temporada larga y agotadora(Marzo a Septiembre) tomar un descanso y enfocar la mente en entrenar una nueva vez, cuando tus amigos han enganchado la bici, no es asunto fácil. Ya Danni, como cada ano, me incita a entrenar para esta carrera, mas yo he estado trabajando mucho, con un negocio que crece y toma mas de mi tiempo y sin mucho descanso. Ya Jose Luis comenzaba a dejarse ver la cara con sus 2,000 kilometros en plato pequeño, antes de salir a hacer todas las lomas que existen en el estado de New York, DAnni tranquilito se da su vuelta a la Playita y Ginito y Sexy no merman a la hora de entrenar. Kimbo ha hecho todo un foro en su tienda, la camaradería y las teorías de la carrera no sobran, no solo donde Kimbo, pero donde quiera que visites sale la pregunta”Vas pal’ Triple 100?”. En verdad que los últimos dos anos me he creado muchas expectativas con esta carrera, la cual, aunque no he podido estár entre los primeros, si me he desempegnado bien, pero todos queremos un trofeo y que de vez  en cuando tu panas te respeten en la bici, aunque no seas un ganador. Este ano la tormenta pone en peligro el viaje, pero esto viene hacia el norte y nosotros vamos al sur, donde no tengo que aclimatarme. Llegar a Villa Juana es como si nunca me fui, el olor a chocolate me hace sentir en casa y la bienvenida de Batatica con un yaniqueque de huevo me hace olvidar Saint Nicholas y la 189 st. La rutina del masaje, el descanso, el trasmoto, las vitaminas y la proteína, tomar  mucha agua, no estar parado mucho tiempo ni caminar lejos, tampoco andar haciendo piruetas en la cola de un motor con Meran. Esta vez es lo de siempre, el temor a los que están fuertes, a la brisa y el sol que te matara. Ese sol es mi sol, con el que tuve una relación de mas de 18 anos y el cual abrazaba mi cabeza cuando tenia pelos, hoy duermo una siesta y sueno con llegar entre los punteros, pero la sciastica molesta y las piernas se han puesto duras, comprar las maletas donde el viejo y decirle a George que me busque el aeropuerto, ir donde Miguelon a buscar unos aros para entrenar dos días y saludar a los muchachos en el Mirador. La carrera es dura, divertida y sobretodo una escuela de aprendizaje, yo ire como dije antes, sin esperar nada que no sea divertirme, dar un palo para que el fotógrafo me plasme en la memoria digital y compartir una sonrisa con amigos de siempre.

Suerte a todos.