Marianito...Dame Mi Silla!

A nadie se le habria ocurrido llamarle "revegio" delante de los viejos que jugaban romi debajo de la mata de javilla de Dona Telma. Esa manana de domingo era de las mas calurosas y alborotadas del barrio y fue necesario suspender el partido de softball chata en el "play" de Fasaco y en el Dancing Days limpiaban el piso de la sangre de Manengo producto de un "pullon" propinado por Montero en una discucion por un chimichurri. Todo volvio a la tranquilidad, pelearse por ocupar el murito de la escalera de Tonito al lado de la mata de mango y escuchar las habladurias del viejo Isidro que se le habria descubierto su largo romance con Pancha la pollera de la 23. Apenas teniamos nueve anos cumplidos cada uno y vivir en aquella calle que recien era asfaltada fue una maravilla; nunca faltaban peleas de tigueres arrebataos con marijuana de la 21 entre Villaespesa y Mauricio. De vez en cuando la calle se tranquilizaba, especialmente los domingos de dominos y vitilla y mientras mas tranquilos, veiamos de lejos a Marianito sentado con los grandes hablando de politica, imponiendo el miedo que le teniamos, cosa que el pensaba era respeto, pero era miedo a su ronca, a sus primos militares que venian a aterrorizar al barrio en un motor DT blanco para defender al pichon de intelectual que habria cumplido los trece agnos 2 veces. Nos enteramos por el periodico "el joven Mariano Villa cumple hoy sus 13 anos de edad, su madre le felicita". Salir en el periodico en esa epoca era una maravilla, y esto hacia a Marianito un joven especial, con lentes que cubrian la mitad de su cara y una ronca de locutor de comerciales de radio universal. YO supe de los 13 anos repetidos de Marianito buscando en los periodicos de la hemeroteca de Genaro y el dia que me dio el boche de mi vida le vocie delante de todos "revegio". El apodo se le llego a pegar por un tiempo, pero su madre y sus influencias de militares abusadores hicieron aquietar al barrio,pero a Marianito no se le olvidaria nunca esto. Anos despues tendriamos un encuentro fatidico que cambiaria nuestras vidas.

seguire luego.