La tarde se puso oscura repentinamente y un sentimiento abrumador acogio mi corazon caribeno que deambulaba en el Low East Side buscando cosas que esta ciudad ya no tiene. Monte la bicicleta en el tren y me dirigi a ningun lado, mientras se desarrollaba en mi cabeza la idea de volver a salpar en mochila con mis amigos los de La Banda en la selva mexicana, a tomar mezcalitos o atreverme por fin a meterme en la boca las zetas alusinogenas que se repartian en la palapa los sabados en la tarde.” Que cogno hago yo aca?”. Ya habria muerto Karsan, me entere esa misma tarde en el tren y me acorde que te gustaban mucho sus peliculas y en las tardes de sabados sacabas de una caja de carton las cintas VHS que conservabas como nuevas para ver por 5ta vez “A Street Car Named Desired” y la obsecion de ir a Red Hook para sentarte a ver el puerto donde se filmo “On the Waterfront”. Sali del tren en la estacion de la 103 y Lexington , camine hasta tu cuadra donde los Boris apretaban un requinto para comenzar la fiesta, pero ya no es igual, la gente no se inmuta ante el sonido sincopado de las congas y El Barrio esta lleno de comida mexicana y hasta un restaurant de lujo entre construcciones de edificios “boutique” que se levantan para destruir las calles de este barrio, el mas hermoso de esta cretina ciudad y donde yo hace agnos era tan feliz que no queria salir.
El parque esta igualito, con las mismas mesas integradas con sus banquetas encima de una isleta de arena, una fuente seca y mas limpio, sin los borrachones que se repartian toda la grama y la suerte de que aca ya nadie se fijara en mi bici para robarsela. Me gustaba mas antes que ahora, ya no sale el olor a yerba de las azoteas de los edificios y tampoco El Gordo me espera en la asera de la bodega para recordarme que el esta enamorado de ti, pero que me respeta mientras yo asustado le media la distancia “oye ciclita,,van aca”. Tu casa ya no esta, en su lugar hay una iglesia de los mormones, la bodega oscura , ahora es una tienda que venden comida gourmet y la calle esta tan congestionada de vehiculos estacionados que ya no se puede jugar a la pelota con la pandilla del Gordo. Ya la ciudad no tiene tiempo para los amigos, ni dinero para la renta y las birras, ni estacionamientos para mi Chysler 300m 1969, ni tampoco estas tu, ni tu casa llena de flores, libros y peliculas de Karzan y en esta calle ya no esta El Gordo con sus tatuajes de malo bueno, en esta ciudad no sale el sol de noviembre a marzo ni tus vecinos suenan a la Poncena acompanado de un cencerro. La ciudad que me cambio, cambio, y a mi edad hasta las franelas simples te hacen ver mas viejo y nadie baila en la calle triste de tu ex barrio donde ya no existes, ni existe el tiempo en que te conoci. En esta ciudad ya no siento lo que sentia o ya no quiero estar yo.
